domingo, 3 de noviembre de 2013

Esa cosa llamada Master

Definamos para empezar qué es un Master, así al menos sabréis de lo que escribo, y podréis decidir si seguir leyendo o no.

Para mi un Master, o un Maestro, es la persona que conoce bien uno o varios temas, y a través de la comunicación con otras personas traspasa lo que conoce, comparte el conocimiento, y lo hace por el placer de hacerlo, teniendo en cuenta que su visión no tiene porque ser la oficial, ni la única, ni por supuesto, la mejor.

Dicho lo cuál ¿cómo se consigue el grado de maestría?

Que yo sepa no es un título propio de ninguna universidad, tampoco un título que se obtenga por medio de la práctica continuada en empresas, jeje, de hecho ni siquiera es un título, más bien es una denominación, y desde luego no una autodenominación, las autodenominaciones se dejan para los Masters del Universo, que de hecho también los hay en esa otra cosa llamada BDSM

Entonces, os preguntaréis, ¿qué hace que alguien se denomine Master en un perfil, cómo por ejemplo el mío de FetLife?

Cuándo me hice ese perfil concreto de todas las posibles etiquetas que podía poner cómo "rol" (Dominant, Domme, Switch, submissive, Master, Mistress, slave, pet, kajira, kajirus, Top, Bottom, Sadist, Masochist, Sadomasochist, Ageplayer, Daddy, babygirl, brat, Primal, Fetishist, Kinkster, Hedonist, Vanilla, Unsure, Not Applicable) no terminaba de verme en ninguna, y mira que hay... Así que para despejar la cuestión, le pregunté a Ojazos que cómo me veía, o más bien, en cuál me veía más claramente, su respuesta me dejó algo parado, "sin duda Master, tú eres mi Maestro", pensé para mis adentros que cada día sé menos, y que desde luego mi manera de ver el BDSM es mía, particular, demasiado particular como para enseñarla a nadie más que no fuera Ojazos ahora, otras sumisas antes, y sí, todas tuvieron una relación conmigo; la verdad es que aún sigo sin verme enseñando nada...

Aunque, cómo dice Ojazos, quizá en ese no verme enseñando lo que sé, sino obligando a que cada cuál se busque a sí mismo estriba "mi maestría", la idea de poder ser cabrón también a la hora de enseñar siempre me ha gustado, preguntar y poner la zancadilla mientras lo hacía, escuchar respuestas y sonreír mientras veía cómo cada cuál iba creciendo a su ritmo, a su particular manera de ver, vivir y concebir el BDSM, sin imposiciones, con respeto al SER que en cada persona hay, y por supuesto a cada concepción, al fin y al cabo "bedeeseemes" hay tantos como personas en el multiverso

En fin, aquí dejo esto, para quién le sirva...

Un saludito

Karl H

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jejejeje.

.......

.......

.......

A mí me sirve :)

Kiki.

Karl H dijo...

Tú es que eres muy rarita, Kiki...