sábado, 7 de septiembre de 2013

El tiempo y el ritmo en las relaciones BDSM

El tiempo y el ritmo en las relaciones BDSM
Al igual que una buena sinfonía tiene un tempo, un ritmo, las relaciones personales también cuentan con un tiempo y un ritmo que serán adecuados en la medida en que ambas partes de la relación sepan adecuarse a un tiempo y ritmo común.

Y además, ¿ocurre lo mismo en las relaciones BDSM?

Habra quién piense que sí, y quién alce la voz para gritar un rotundo NO.

Dependiendo del tipo de Dominante, del particular libro que posea, de su manera de ver y vivir las relaciones BDSM el tiempo y el ritmo se adecuarán más o menos al común, se caminará de una forma más o menos recta, zizagueando, retrocediendo o simplemente se exigirá caminar a la derecha, tres pasos por detrás y siempre en línea recta.

Pienso que no hay un tiempo y un ritmo común, también pienso que dependiendo del tipo de relación que se quiera, se debe exigir o no un ritmo determinado, una consecución de objetivos en unos tiempos determinados.

Antes dejaba caer que al igual que en una buena sinfonía hay un ritmo y un tiempo, bien, os dejo la Quinta sinfonía del amigo Luis con dos dominantes distintos a la batuta, veréis que distintos tiempos y ritmos siguen el uno y el otro a la hora de interpretar su particular manera de ver al amigo Beethoven.


Versión Berstein




Versión Karajan



Cuándo escribo alguna entrada en este blog no hay nada más lejos de mi pensamiento que pretender sentar cátedra, escribo sobre mi particular manera de SENTIR el BDSM, para nada pienso que sea la adecuada para todo el mundo, al fin y al cabo cómo yo siento no creo que sienta mucha gente, ni cómo sienten los demás creo que sienta yo, obviamante existen las semejanzas en las maneras, en los modos, pero no las igualdades, eso de ser todos iguales aparte de ser tremendamente aburrido es una absoluta imposibilidad, así que tú, que me lees y buscas a un domiante calcadito a mi, mejor déjalo de hacer, porqué cómo yo no hay otro, ni tampoco otra, y no, no es que me quiera demasiado, que también, simplemente es una realidad, es como comparar a Beethoven con Mozart, o a éste con Bach o afinando más comparar la obra para piano de Beethoven con la de Chopin, o sin ir más lejos a Berstein con Karajan, nada que ver, ¿verdad? Pues eso

Ahora bien dicho todo lo anterior, realmente pienso que sí debe haber un tiempo, y un ritmo, el Dominante no puede ir a su bola, seguir su ritmo, imponerlo "porqué es el que manda" ni tampoco bajarlo hasta un punto en el que sea el ser sumiso quién impoga tiempo y ritmo, al fin y al cabo se presupone que quién guía la relación es el dom, ¿entonces cómo hacerlo?, ¿cómo veriguar cuál es el tiempo y el ritmo adecuados?

Sintiéndolo mucho yo no tengo una respuesta para esta última pregunta, tengo mi respuesta, y cada vez es distinta, depende muy mucho de la persona a la que domino, de su forma de ser, de sentir, de ver la vida, y sí, a veces he sido tan exigente que quién estaba a mi lado no ha soportado mi ritmo, y otras la paciencia ha estado ahí dilatando el tiempo y el ritmo hasta llegar a un punto de aburrirme como una ostra y perder toda la ilusión por mantener una relación que más parecía que estudiara el movimiento del líquido cristal que ser una relación BDSM, dicen por ahí que la virtud está en el término medio, y debe ser así, a día de hoy seguir ese ritmo y ese tiempo a un paso intermedio me da más satisfacciones diarias que cuando he ido a todo trapo o he dilatado tanto tiempo y ritmo que he acabado por aburrir al mismísimo Job.

Un saludo

Karl H



Actualizada: 31/01/2016

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